Bahr,
Omar me dice que baje o quite el volumen de la televisión, porque tiene miedo a escuchar disparos, ruidos fuertes, pues le recuerdan a los aviones de la guerra.
Quiere estar solo, sin ruido, tranquilo.
Sin sonidos fuertes a su alrededor que le perturben su paz.
Sentirse feliz y jugar, disfrutando como cualquier otro niño de su edad.
La experiencia de su vida no ha sido tan amable con él.
Quiere encontrar un estado de bienestar.
Estos días en el mundo, gracias a la gente joven en Europa, a partir del discurso humano de una adolescente sueca, se han activado y creado unas redes de lucha por la mejora ecológica en el mundo.
El cambio climático es algo muy importante a tener en cuenta. Es necesario que la sociedad sea consciente de ello, para no destruir más el planeta con cada consumo irresponsable diario de cada persona.
Para contrarrestar ese uso indebido de los objetos y productos que se utilizan, y de la mala gestión de las materias primas de la naturaleza, se debe realizar un cambio a nivel global para proteger y mantenerla viva.
Proponer estrategias que permitan desarrollar la tecnología y el crecimiento económico sin destruir las culturas o las reservas naturales, utilizando, por ejemplo, medios que puedan ser reciclables y no contaminen el ambiente, son imprescindibles para conseguirlo.
Una manera válida sería utilizando vehículos eléctricos, usando materiales biodegradables que no permanezcan en el mar (o en otros lugares) durante mucho tiempo y puedan perjudicar a la fauna y la flora del lugar al que llegan…
En definitiva, la conciencia de la existencia de un nuevo punto crítico sobre las consecuencias negativas que la sociedad ha creado en el mundo. Y de ser consciente de que es muy urgente lograr la paz, la tolerancia y la igualdad, pero también respetar el medio ambiente, el planeta, pues es el lugar donde habitan las personas.
El viaje de Yeled 